Me imaginé la niebla rodeando tu cuerpo,
y con un soplo se me antojo disolverla,
para poder observarte detenidamente,
y en un instante poseer tu imagen.
Me imaginé la niebla entre tu y yo,
y me sentí ciego, perdido...
ansioso por tocar tus manos,
como para no perderte,
como para no perderme.
Me imagine la niebla entre tu boca y la mía,
y se me antojo besarte...
humedecer mis labios con su suave vapor,
embriagarme todo al encontrar tu sabor,
y aspirar la niebla,
y aspirar tu aliento.
Me imaginé la niebla
y me sentí perdido,
me sentí ansioso,
me sentí disuelto...
Y al disolverme me sentí en el aire,
me sentí rodeándote,
humedeciendo tu rostro,
humedeciendo tu cuerpo.
Me imaginé la niebla y me sentí neblina...
como un pretexto para estar contigo,
para anular la distancia,
para amarte en silencio.
miércoles, 29 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario